La mítica genética White Dwarf de Buddha Seeds fue una de las primeras autoflorecientes que salió al mercado y ha sido actualizada conservando todas sus características distintivas pero creciendo más y siendo más potente.
Esta variedad Indica autofloreciente cuenta con 10 años de experiencia a sus espaldas, lo que ha permitido estabilizarla y seleccionarla a lo largo de 35 generaciones de trabajo, llegando a ser lo que es al día de hoy.
Entre dos portentosas índicas cruzadas con una Ruderalis, la White Dwarf ahora alcanza alturas mayores, crece más fuerte y robusta, estando lista en 65 días. Soporta bien los ataques de plagas y hongos. Como vemos, este homenaje a la White Dwarf original que creció en muchos balcones y terrazas en los inicios de las variedades autoflorecientes mantiene sus dos características principales: la discreción ante las miradas de los curiosos y la velocidad de maduración, tanto bajo la luz del solo como usando ampolletas para cultivar marihuana.
Sus cogollos son grandes, duros y resinosos. Cargados de una gran potencia psicoactiva especialmente a nivel físico, dejándote totalmente relajado. Su aroma, a especias con toques de maderas nobles, mejorando con el curado hacia matices más exóticos.